La devoción a la Virgen María bajo la advocación de Auxilio se inició en los primeros años del siglo XIV, en la iglesia de San Agustín de Palermo, en Sicilia. Pronto se expandió por toda la Orden, especialmente a través de conventos en Italia, España y, más tarde, América Latina.
Actualmente, los católicos de todo el mundo rezan a la Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora del Socorro para que interceda por ellos en el nombre de su Hijo Jesucristo.
Oración
Nuestra Señora del Socorro, Santa Madre del Redentor, ayuda a tu pueblo que anhela resucitar. Da a todos la alegría de caminar en solidaridad consciente y activa con los más pobres, anunciando de manera nueva y valiente el Evangelio de tu Hijo, fundamento y cumbre de toda convivencia humana que aspira a una paz verdadera, justa y duradera. Como el Niño Jesús que admiramos en este venerable Icono, también nosotros queremos estrechar tu mano. No te falta ni el poder ni la bondad para ayudarnos en cada necesidad y en cada petición. Venid, pues, en nuestro auxilio y sed refugio y esperanza para todos. Amén.