La devoción a Nuestra Señora del Buen Consejo es una de las más antiguas del cristianismo. En el siglo IV, el Papa San Marcos ordenó la construcción de una iglesia dedicada a Nuestra Señora del Buen Consejo, en Genazzano, Italia, junto a un convento fundado por San Agustín. A lo largo de los siglos, Nuestra Señora fue honrada de manera especial en la pequeña iglesia de la colina, que quedó bajo la responsabilidad de los frailes de la Orden de San Agustín desde 1356 hasta la actualidad.
El 26 de abril de 1965 se inauguró nuevamente la iglesia, tras haber sido restaurada de los daños causados por la Segunda Guerra Mundial.
Oración
Señor, tú sabes que el pensamiento de los hombres es inseguro y frágil; Por María, en quien se encarnó tu Hijo, envíanos el don de tus consejos, que nos lleven a saber lo que te agrada y nos orienten en nuestro trabajo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, en la unidad del Espíritu Santo. Amén.